En las últimas décadas se han realizado numerosos trabajos académicos sobre todas las formas de esoterismo, desde el megalitismo ancestral hasta el gnosticismo filosófico moderno. Sin embargo, el enfoque historicista, descriptivo por naturaleza, merece ser completado con apreciaciones y juicios de valor, y es importante saber desde qué punto de vista pueden hacerse estos juicios.
Aldo La Fata, cuya «humildad cognitiva» ha descrito tan acertadamente Carlo Gambescia, y cuya intimidad católica aparece de manera discreta, cuenta con la inmensa ventaja de disponer del punto de vista que aquí se busca.
La erudición de Aldo La Fata es esencial, pero nunca entorpece su discurso, libre y claro, lo que le convierte en la mejor «piedra de toque» para esta introducción al esoterismo. El lector será quien juzgue.
Resumen del libro
Índice
- Esoterismo y ciencia
- Esoterismo y religión
- Biografía esotérica
- Historia del esoterismo
- Esoterismo y esoteristas
- Una aventura en el esoterismo
- Esoterismo y misticismo
- Esoterismo judío
- Esoterismo musulmán
- Esoterismo cristiano
- Esoterismo hindú
- Esoterismo budista
- Esoterismo taoísta
- Esoterismo moderno
- Esoterismo y metafísica
- Esoterismo y humildad cognitiva
Extracto
BB. ¿Cómo concluiría esta entrevista sobre la relación entre religión y esoterismo?
ALF. En conclusión, diría que la religión y el esoterismo no sólo son interdependientes, sino también complementarios y necesarios, y de hecho no pueden existir por separado. Y me gustaría añadir que los medios pueden ser diferentes, pero el objetivo es el mismo. En mi opinión, la meta sólo puede ser la misma, aunque los medios para alcanzarla sean diferentes para cada uno de nosotros, y pese a que nuestras aspiraciones y posibilidades individuales difieran tanto. Tal vez un esotérico pueda pensar que el paraíso «sigue siendo una prisión» (como han dicho algunos sufíes), y un creyente («exotérico») que es una meta demasiado ambiciosa; pero en última instancia ninguno de los dos sabe cuál es el resultado del viaje, que es trascendente, es decir, que está más allá de todas las ideas y creencias personales. Quisiera limitarme aquí a recordar la máxima del Evangelio: «Bienaventurados los últimos, porque serán primeros» 1. Esto significa también, entre otras cosas, que en el más allá las jerarquías se invierten 2.
BB. Entonces, ¿podemos decir que en el más allá los «simples» creyentes pueden tener un destino mejor o más elevado que los miembros de organizaciones iniciáticas?
ALF. Eso es ciertamente posible, pero, por supuesto, ¿quién podría afirmarlo con seguridad? No obstante, yo haría una sugerencia a los que tienen aspiraciones esotéricas: que no jueguen demasiado con la idea de «campeón del mundo»; mejor: por utilizar una metáfora futbolística, que pasen desapercibidos, que se queden en el fondo de la tabla.